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12.06.2011

Frio



En la ultima habitación da la vieja casa Woodsholme, se encontraba Yaeehli, una joven hermosa, de ojos cafes y profundos, una tez morena, de mejillas rosas, y labios color carmín, de una mente incontrolable, y completamente loca.

Cuando Yaeehli tenía 14 años, tocaba el piano, como ninguna otra en el pequeño pueblo, sus dedos bailoteaban alrededor de las teclas, mientras ella viajaba, intentando volar, volar y volar, su mente olvidaba todo, su alrededor, su familia, sus amigos, cualquier ser vivo, ella solo deseaba seguir su camino, un camino que estaba prohibido.

Alexiel, un chico mas grande que ella, de rasgos finos, y ojos negros, como si se mirara a un pozo sin fin, labios pálidos, con aspecto siempre casado, atraía la mirada de Yaeehli, cada aspecto de el, era hermoso a sus ojos, ella ni siquiera sabía que le atraía de el, solo sentía que debía estar ahi, junto a el, siempre.

Un día, Yaeehli regresaba a su casa por un viejo sendero oculto en el bosque. Iba girando, brincando, recordando en su mente las notas del piano, seguía el paso de su corazón, cantando una canción oculta en su alma, respirando el resplandor de un día soleado, jugando con cada fragmento de luz que veía. Yaeehli escucho un pequeño ruido, nada demasiado, extraño, pero se detuvo al instante. Ella giró buscando la causa de aquel sonido, y lo vió, no muy lejos de ella, oculto tras un árbol, destacando por la palidez de su piel. El se dió cuenta de que lo había descubierto, y salió a la luz.

-Lo siento si te he asustado, pero no pude evitar sentirte.

-¿Sentirme?- Pregunto Yaeehli

-Sí, sentirte, sentir tu presencia, como si tu me llamaras.- Dijo Alexiel misterioso.

-Mi alma te llama- Dijo Yaeehli.

-Tu mente me proclama, tu cuerpo me siente, tu corazón me quiere ¿Crees que no lo  sé? - Dijo Alexiel, confundiendo a Yaeehli- Cada paso que doy, cada respiro, me dice que debo venir hacia ti, pero cada pensamiento sobre tu persona, vuelve a mi alma loca, mi mente da vueltas, y no puedo evitarlo. Sé que tu sientes lo mismo- se acerco a ella un paso- sé que no respiras a mi alrededor, sé que quieres estar a mi lado- dió otro paso- sé lo que hay en ti- otro paso- sé lo que tu alma pide- un paso- sé lo que tu corazón anhela- el, que se encuentraba ahora cara a cara con ella, posó sus manos alrededor de su cara- pero ¿Sabes lo que yo quiero?

Yaeehli, hipnotizada por su voz, no se mueve, se mantiene quieta y solo niega con su cabeza, mientra susurra un imperceptible "no"

-Te quiero, a ti, y a tu  alma.

Ella miro sus ojos, completamente negros, mezclados de sentimientos, dos pozos profundos, que la absorbían poco a poco, que le quitaban todo. Sus respiraciones era una sola, y en un solo movimiento, él la besó, completamente lleno de ira, de alegría, de pasión, de muerte.

Yaeehli no opuso resistencia, pero ella ya no se pertenecía...

La familia de Yaeehli la encontró en el bosque, sobre ramas y hojas, pálida como la luna, con sus ojos perdidos en lo mas lejos del infinito, y fría, como si le hubieran absorbido la vida.

Ella no estaba muerta, ella no estaba viva, ella estaba atrapada, destinada a no irse jamas, destinada a esperar una muerte, que nunca tendría.

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Lamento haberte abandonado blog, pero mi vida tiene poco descanso, he intentado escribir, pero he estado en bloqueo, esto ha salido de mi paranoica mente,  tiene relación con un libro "El Horla" si no lo han leido, creanme que deben hacerlo. Siempre lo digo y esta vez espero cumplirlo, voy a publicar mas seguido.

Lem Reeadery [Mel Martínez]

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